Conquistar el Mundo

Frio y calculador para los que me aprecian; Insensible, falso y sobretodo manipulador para los que no me aprecian. En algun caso alguna persona ha llegado a calificarme de sensible. El alcohol (o el enamoramiento, que es bastante peor que la borrachera) debia nublar de forma importante su juicio en ese momento. Otros datos mas objetivos: varon, nacido en 1978, residiendo en Barcelona.

sábado, septiembre 01, 2007

Una larga y cálida noche de verano



Estoy tumbado en un sofá en el comedor de una casa que no es la mía. Es la una de la mañana y en la televisión programan una película, “Fuga de Alcatraz”, que ya he visto y no me interesa en absoluto.

En la mesilla reposa un teléfono móvil. Lo consulto obsesivamente cada poco, esperando noticias de alguien que está a quilometros de mi pero seguramente tiene sus pensamientos tan lejos de ella como yo.

No es la compañía lo que me retiene aquí. Las dos personas que están en la vivienda además de mi son dos casi desconocidos, al menos lo eran hace sólo dos meses.

¿Por qué estoy aquí entonces? ¿Qué me mantiene aquí?

Miro la mesa y recuerdo los regalos que envolvimos. Veo los dos sofás en forma de L y sonrío al evocar muchos momentos de tiernas caricias y también de sexo más apasionado. A través de la ventana, la oscuridad oculta la mesa donde poco a poco he empezado a formar parte, al menos provisionalmente, de tu familia y la hamaca que tantos momentos cariñosos nos ha dado.

Al otro lado del cuarto, la cocina; con la nevera cómplice que ha escondido y enfriado litros y litros de bebidas prohibidas. Allí me has preparado la comida muchas veces en esos fines de semana inolvidables y también hemos yacido ardorosamente en el mismo suelo…

Mil ejemplos más llegan en oleadas a mi cerebro, pero mis motivaciones esta noche ya están claras: estoy aquí para sentirme más cerca de ti.

Solo recuerdo haberme sentido de una forma vagamente parecida una vez. Fue hace años, también un largo y cálido verano en Sant Pere de Ribes, esperando un reencuentro en septiembre que nunca se produjo…

¿Qué influencia ha tenido ese episodio en mi vida, en mi forma de ser? He huido desde entonces del amor, evitando por todos los medios exponer mis sentimientos, forjando una coraza que me protegiese del inmenso dolor de los desengaños.

La alarma de autoprotección se encendió enseguida al acercarme a ti. Tenías algo que me atraía irremediablemente. Sabía que eras fuego, y si jugaba contigo acabaría sufriendo las consecuencias de la imprudencia… En lo que si me equivocaba era el alcance de la quemadura, nunca imaginé un incendio tan devastador…

Pero me lancé de cabeza y aquí me ha llevado mi salto, a cumplir un deseo que expresaste antes de irte, que escribiese sobre mi.

Miro y analizo los restos de lo que fue mi armadura, buscando los puntos débiles que tan hábilmente explotaste. Me cuesta entender como pudiste fundirla a esa velocidad sin dar oportunidad a un consumado experto en retiradas estratégicas a alejarse antes de que fuese demasiado tarde…

Creo que lo que añadió los quilojulios de energía necesaria a tu lanza térmica o cualquier otro engendro revienta-armaduras que usases conmigo fue tu propio estado anímico. Nuestras primeras semanas fueron una explosión de sentimientos de todo tipo en todas direcciones que se llevó por delante todos los escudos que intentamos levantar. Las armaduras son buenas para resistir racionalmente sonrisas, escotes, halagos y piropos pero ante una explosión de esa magnitud poco pudieron hacer…

Me estas haciendo descubrir sentimientos que desconocía o recordar otros que tenía enterrados a demasiada profundidad. Eres la persona que mejor me conoce, al menos en la vertiente afectiva, Nunca había dejado a nadie verla y me aterra lo vulnerable que me hace, Me siento un barco de papel en mitad del océano, sometido de los caprichos de una mar totalmente fuera de mi control.

Una mar (en femenino, como le llaman los marinos) que me da lo momentos de felicidad más grandes, pero también me hace bajar a los infiernos mas profundos.

Si releo fríamente lo que voy escribiendo y trato de ponerle un nombre a mi cuadro, a mi situación, se me ocurren un par de ellos. Un diagnóstico sería simplemente “enamoramiento”, pero “obsesión” o “adicción” serían términos más académicos.

Esa es la pura realidad, te has colado hasta las profundidades de mi cerebro. Toda mi cacareada frialdad, supuesto autocontrol se evaporan ante ti. Eres la reina de mi corazón, la dueña absoluta de mis sentimientos.

Por primera vez me planteo un futuro en compañía de otra persona. Compartir una travesía así me provoca miedo, pánico a los puertos desconocidos donde habrá que atracar, a los arrecifes de coral que amenazarán con hacernos embarrancar, pero sobretodo me inspira esperanza, esperanza de ser felices juntos

Te amo

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